El curicano Rodrigo Cancino ya destaca en la portería de la Sub 13 y sueña con convertirse en heredero de Johnny Herrera o Iker Casillas.
Curicó siempre fue una cuna de grandes cracks y esa tradición de cantera pródiga se mantiene en el caso de Rodrigo Esteban Cancino Pizarro, el portero de la categoría Sub 13 de Universidad de Chile.
Con un metro 73 de estatura y 69 kilos de peso, el arquero llegó recién en febrero de este año a integrarse a las series infantiles del club y en el primer semestre ya logró disfrutar su primera alegría cuando fue campeón integrando la categoría Sub 14.
“Ha sido todo muy bonito para mí y me he esforzado harto para que esto resulte bien”, cuenta Rodrigo, quien antes del gran salto defendía al Católico de Curicó en la competencia amateur y que actualmente viaja a diario desde la ciudad sureña a cumplir con los entrenamientos.
“La verdad es que esto lo tomo como un gran desafío. Entre lunes y miércoles viajo desde Curicó a diario y los jueves me quedo en Santiago. Ahora curso el octavo año básico en el Colegio Pumayén, donde me dan las facilidades para estudiar”, cuenta, con orgullo e ilusión.
Sobre sus preferencias en el puesto, Rodrigo Cancino no tiene dudas en los nombres principales. “Me gustan mucho Johnny (Herrera) y (Christopher) Toselli, del fútbol chileno. Internacionalmente prefiero a Iker Casillas, y ojalá alguna vez pudiera llegar a ser un gran portero como ellos”, confiesa.
Sus padres Walter y Marcela lo poyan sin límites y su esfuerzo y condiciones debieran impulsarlo a alcanzar aquel gran objetivo que hoy tiene entre los guantes.
