Hablemos un poco sobre el presente de esta U, que se juega tres finales en lo que queda del torneo para poder clasificar a la Liguilla de Copa Libertadores.
“Por el año irregular que hemos tenido llegamos a donde no debe estar la U. Lo normal sería que a esta altura del año, Universidad de Chile estuviera peleando por ser campeón y no solamente buscando el consuelo en una posible liguilla, así que estando consciente de eso, hay que dejar todo en estos tres partidos que quedan para terminar lo mejor posible y ganar, de lo contrario, sería totalmente desastroso para un Club que es un ejemplo a seguir, no solamente en Chile, sino que en toda Sudamérica”.
Desde que volviste a la U siempre estuviste peleando por el título, ¿duele un poco no poder hacerlo este año?
“Yo creo que es la consecuencia de lo que hemos hecho. Hay que hacer una autocrítica generalizada de esta temporada no tan buen que hemos hecho, pero hay que tener los pies bien puestos sobre la tierra y saber que no siempre vas a tener éxito en esto del fútbol, por lo tanto, uno que es más experto en esto, debe estar tranquilo y no irse a los extremos de disfrutar cuando ganas todo ni echarte para abajo cuando no se logran los objetivos. Estas son rachas y si se siguen haciendo las cosas bien, los logros van a volver a esta institución”.
En ese sentido, ¿el desafío de la liguilla, se encara de la misma manera que si se tratara de una final de campeonato o cambia la motivación?
“Dicho en bueno chileno, esta es la forma que tenemos de empatar el año para que no sea tan malo. Ganamos una Copa Chile y yendo a Copa Libertadores, sería algo más regular. Ganar nos dejaría más tranquilos de cara al próximo año, así que la motivación es la misma”.
La U: un club ejemplar
Saliendo de la contingencia. Eres uno de los más experimentados del Plantel y has visto de todo en este equipo, ¿qué evaluación haces del plano institucional en que se encuentra hoy la U?
“Yo soy consciente de donde estoy, soy un agradecido de este Club. Acá también viví una de los peores momentos para la U, el 2003-2004, cuando estuvimos tres o cuatro meses impagos. Había compañeros a los que les era difícil llevar una vida normal. Ojalá nunca más vuelva a pasar algo así. Hoy, este es un ejemplo de Club, así que soy feliz de ver al equipo de toda mi vida, de la forma sólida en la que está hoy”.
A nivel nacional, no hay dudas de que la U está un par de escalones arriba, ¿qué crees que se debe hacer para que a través del tiempo esto se sostenga también a nivel internacional?
“Es muy difícil sostener en nuestro medio los logros internacionales. Fuimos campeones de la Sudamericana y al año siguiente estuvimos en semifinales de la Libertadores, pero creo que al no tener un mercado tan fuerte como el brasileño, por ejemplo, cuesta más poder realizar procesos. De todas maneras, creo que lo que ha hecho la U es espectacular y yo estoy tranquilo, porque acá se hacen las cosas bien y los grandes logros van a volver a llegar”.
Agradecido y feliz en el Club
En lo personal, ¿qué es lo que estás proyectando para tu carrera?
“Yo soy una persona que vive el presente más que nunca. Yo me debo a Universidad de Chile, que es la institución que me paga el sueldo y con la cual tengo un contrato, por lo tanto, no me proyecto mucho más allá del fin de semana. Estoy feliz en este equipo y quiero seguir por mucho tiempo más, ojalá consiguiendo logros, ya que este es el club que me vio nacer y que me dio prácticamente todo”.
¿Cómo ves la posibilidad de estar presente en el Mundial de Brasil el próximo año?
“Falta mucho aún y el fútbol te da sorpresas, pero estoy tranquilo y sabiendo que haciendo las cosas bien, obviamente que voy a ser considerado por el conocimiento que tiene el cuerpo técnico de la Selección hacia mí”.
Cuando hablamos de la caricatura que retratará en esta nota, pediste que fuera un Samurai, ¿por qué?
“Porque me creo un poco Samurai (…) es una consigna súper importante y muy linda de llevar. Hice mucho tiempo Judo también y eso te acerca a esta doctrina. Cuando tienes conocimiento de lo que es, te apegas mucho. Siempre me he identificado con uno y a veces trato de proyectarlo cuando juego fútbol”.
¿Tiene que ver también con un Johnny Herrera más espiritual del que no se conoce mucho?
“Con el yo interno como se dice. Sí, de todas maneras, porque así como soy aterrizado, también tengo mi lado más espiritual, que tengo más en reserva. Soy cercano a Dios y a mi familia; ellos están siempre antes de mí. Como dije, esta es una doctrina que me gusta mucho y si no pude seguir haciendo Judo o algo más, es porque juego al fútbol”.
¿Podemos tener en unos años más a un Johnny Herrera combatiendo a nivel profesional?
“Quien sabe…pero ya los cabros que salen son buenos y uno se pone viejo. Son años y años de seguir la doctrina, soy solo un admirador de ellos”.
¿No hay que meterse con Johnny entonces ni dentro ni fuera de la cancha?
“Ja ja ja. No, el Samurai es pura paz, armonía y amor”.