El lateral de la U disputará su décimo clásico ante el archirrival, equipo al que le ha anotado tres goles, dos de ellos en el recordado 5-0 de 2012. “No sabía la magnitud de este resultado”, recuerda.
Por: Maximiliano Cárdenas Valle
A inicios de 2010, llegó a Universidad de Chile un desconocido jugador que había destacado positivamente en Nacional de Uruguay. El nombre de Matías Rodríguez no generaba ninguna reacción en aquellos años para los hinchas de la U, pero hoy es todo lo contrario, es uno de los baluartes del plantel más queridos por la hinchada, luego de un poco más de seis años vistiendo los colores del Romántico Viajero en dos periodos. “Es el equipo donde me he sentido más cómodo, consiguiendo el mejor rendimiento de mi carrera. La institución estará siempre en mi corazón. Es más, tengo hasta hijos chilenos”, confiesa el lateral en exclusiva para Soy Azul.
El argentino se ha transformado en un referente del club, de esos que pesan en la cancha al momento de jugar un partido como el que se disputará esta tarde: el Superclásico ante Colo Colo, siendo su décimo partido en Primera División contra el archirrival. Un pleito que llega después de una dura derrota ante Corinthians a mitad de semana. “Estamos dolidos, pero satisfecho con lo mostrado. Se extrañaba jugar dos partidos en siete días, es cansador, pero prefiero jugar cada tres días que jugar una vez a la semana”, cuenta.
Para este compromiso contra Colo Colo llegan con dos días de recuperación, ¿termina siendo un factor para lo que será el duelo en la cancha?
“Estamos con pocas horas de descanso (tras el duelo ante Corinthians), con fatiga, y un viaje de por medio, pero en todo clásico nunca te sientes cansado. Sabemos cómo jugar, venimos mejorando bastante y ojalá sea un gran día para nosotros. Espero que a las 14:00 horas estemos festejando con nuestra hinchada”.
Este será un partido importante no solo por lo que significa, sino que es un rival directo en el campeonato.
“Sabemos que ganando tenemos la opción de dar un paso más en la tabla de posiciones y colocarnos en la parte alta, donde nosotros merecemos, la gente se merece y la institución merece estar, entonces es una doble motivación. Sabemos que ganando nos metemos de lleno al torneo”.
A lo largo de tu vida has jugado varios clásicos, y no solo en Chile, ¿qué tiene de especial este compromiso?
“Cada clásico se vive diferente al resto de los partidos. Cuando te entregan el fixture lo primero que preguntas es cuándo juegas contra Colo Colo. En la semana sabemos que representamos a millones de personas. Jugué cuatro Superclásicos en Uruguay y la sensación es la misma: ansiedad y nerviosismo de salir a la cancha, de comerte al rival”.
¿Cómo se vive en la cancha un Superclásico? Debe haber grandes pulsaciones.
“Sin duda. Dentro de la cancha debes decidir lo mejor para el equipo y a veces lo que quiere hacer no te resulta. Uno debe tomar decisiones para bien o para mal. En el clásico hay que estar pendiente de todo, no dejarse llevar por el nerviosismo de la gente y del rival”.
Eso mismo lleva a que algunos partidos sean más duro.
“El nerviosismo y la ansiedad te puede hacer llegar más fuerte a un balón, pero también se magnifica mucho por una patada. Uno tiene que tener una mente fría y saber llevar esas situaciones, que muchas veces nos tocó vivir en contra”.
Cuando se gana, el triunfo es maravilloso y la semana es tranquila y satisfactoria, pero ¿cómo maneja un jugador la derrota?
“Hay maneras y maneras de perder clásicos. Si uno juega un partido, entrega el cien por ciento y pierde, uno termina con mucha bronca, pero se va con la cabeza en alto. Hay otros en que eres derrotado y piensas por qué no hiciste una jugada, por qué no hiciste esto otro, pero es lo mismo, te vas amargado y con mucha rabia por perder un clásico, por lo que significa”.
Un partido inolvidable
Matías Rodríguez es un jugador que sabe lo que es disputar un Superclásico. Con tres goles a su haber, el argentino es el máximo goleador que posee el actual plantel de Universidad de Chile frente a Colo Colo. “En verdad no lo sabía”, dice sorprendido. Dos de esos goles fueron en el 5-0 del 2012, un recuerdo que tiene intacto “Maticrack”. Cuando se le pregunta por el partido, él mismo dice “fue el 29 de abril”, como si fuera la fecha de su cumpleaños.
¿Qué recuerdos tiene tú de ese encuentro? ¿Pensaban que podía ser un día histórico para el club?
“Ese partido fue muy parejo hasta que expulsan a Mauro Olivi y en seguida llega el gol de Marcelo Díaz. Ahí nos fuimos ganando en el primer tiempo y en el segundo fuimos superiores, atacamos por todos lados, sabíamos que teníamos la ventaja, pero no sabíamos que se daría de esa manera”.
¿Cómo fue ese momento en que anotas el cinco cero definitivo y te vas corriendo a la barra?
“Fue un centro de ‘Pancho’ Castro. En verdad fue una alegría muy grande, yo salí a festejar y cuando me di vuelta y vi a todos festejando, no me había percatado que el partido habia terminado. Sabía que habíamos logrado algo importante como institución, pero no me cabía lo grandioso del resultado. Después llegué a mi casa y mirando, escuchando los comentarios, los llamados dije ‘lo que logramos fue muy importante’ y ahí terminó de caer. Dentro de la cancha fue muy lindo, pero no sabía la magnitud de este resultado”.
Hay dos fotos que quedaron para el recuerdo: la que se sacó el plantel en el camarín y una tuya en primer plano con el gesto de la manito, ¿la has visto?
“(Ríe) Sí, recuerdo ese momento. Iba volviendo al campo de juego, un fotógrafo me hace el gesto de la mano y lo repito, pero no me di cuenta, no fue con intención de tomar el pelo al rival o molestarlo. Me hicieron el gesto de los cinco, lo hice y quedó la foto”.