En su último partido con Universidad de Chile, el 2013, Charles Aránguiz fue clave en el 4-0 a Iquique que nos dio el paso a Copa Sudamericana.
“Agradecimientos por el apoyo que siempre me brindó la hinchada. Espero algún día volver a la ‘U’. De eso no quedan dudas”. Esas fueron las palabras con las que el 22 de diciembre del 2013, Charles Aránguiz se despidió de Universidad de Chile.
Sus declaraciones fueron solo minutos después de haber sido clave en el triunfo 4-0 sobre Deportes Iquique en la final de vuelta de la postemporada, que definió a un equipo para clasificar a la Copa Sudamericana del año siguiente.
Fueron casi 25 mil personas las que llegaron esa calurosa tarde al Estadio Nacional para apoyar al equipo, como siempre, pero también para despedirse del “Príncipe”, que partiría al Internacional de Porto Alegre. Tras ganar tres campeonatos nacionales, una Copa Chile y la Sudamericana en 2011, uno de los máximos referentes de los últimos años nos dejaba.
Por eso, el Nacional le dio una fiesta como correspondía. En lo futbolístico, el equipo azul fue inmensamente superior a su rival del norte. Ya en la ida había ganado 1-0, dando un paso importante, que ratificó en su cancha.
Tempranamente, la “U” definió la llave. A los 6’ Ramón Fernández abrió la cuenta y cinco minutos más tarde, el gran homenajeado de la jornada, decretaba la segunda cifra. La celebración del jugador y los hinchas fue como la de dos amores que se separan, pero que saben que pronto se reencontrarán.
En el complemento, uno que continúa en el plantel actual, Isaac Díaz, se encargó de cerrar la fiesta. A los 77’ y 87’ el “Torito de Fresia” puso las cosas 4-0.
Antes, a los 69’, Charles había sido reemplazado bajo una ovación doble, porque el que ingresó fue Albert Acevedo, que también jugó su último minuto con la camiseta del “Romántico Viajero”.
Sobre el final del partido, todo fue aplaudir. El “Príncipe” se iba, pero el amor a distancia comenzaba recién su primera parte