La goleada 6-3 de Universidad de Chile sobre Colo-Colo quedó marcada por la gran actuación del Tanque.
La fecha 27 del Campeonato Nacional de 1962 quedó marcada por el apasionante enfrentamiento que disputaron Universidad de Chile y Colo-Colo. Un Estadio Nacional lleno fue testigo de la memorable goleada 6-3 de los laicos ante su clásico rival con un inspirado Carlos Campos, quien se inscribió con un triplete.
El 19 de enero de 1963, con 72.436 personas en las tribunas, se jugó el esperado encuentro que fue dirigido por el árbitro Jorge Cruzat, quien inesperadamente sería testigo de los nueves goles que se vivieron esa jornada en Ñuñoa.
Tempranamente comenzaron las las emociones en el compromiso. A los 16 minutos, Ernesto Álvarez abrió la cuenta para los universitarios. Sin embargo, 60 segundos más tarde Abdón Portillo Carvallo emparejó el marcador. La misma dinámica ocurrió a los 32’ con el primer tanto de la tarde de Carlos Campos, pero tras cartón, Bernardo Bello volvía a dejar las cosas en tablas.
A los 37 y 45 minutos los azules finalmente lograron encontrar la superioridad y el desequilibrio con los tantos de Braulio Musso y nuevamente Carlos Campos, quienes dejaron a su equipo 4-2 arriba en el marcador y con un segundo tiempo auspicioso.
En el complemento, los albos volvieron a poner la cuota de incertidumbre, pues a los 61 minutos Luis Álvarez dejaba a su equipo 3-4 abajo en el marcador, pero Carlos Campos se encargó de derrumbar la ilusión alba con su tercer gol de la tarde a los 76’. La guinda de la torta fue obra de Rubén Marcos a los 88’, quien cerró la fiesta para Universidad de Chile con la goleada por 6-3.
Sin duda, importantes puntos que a la larga contribuyeron para que el “Romántico Viajero” alcanzara las 50 unidades al igual que Católica, lo que llevó todo a un partido de definición, encuentro que fue para Universidad de Chile y que significó la tercera estrella en la historia de la institución
