Generaciones completas tenían una deuda que fue pagada el 18 de diciembre de 1994: Ver a Universidad de Chile campeón. Un año mágico para fanaticada azul, pero con caminos rocosos que hubo que superar.
Si bien los recuerdos van de la mano con el penal de Patricio Mardones y la eufórica celebración en El Salvador, se debe recordar que fue un proceso que sufrió cambios, siendo el más radical la partida de Arturo Salah y la asunción de Jorge Socías como la cabeza del cuerpo técnico.
El conocido “Don Elmer” cambió de barco durante la campaña para aceptar una oferta de Monterrey en México, por lo que el “Lulo” tomó el timón para encaminar al Romántico Viajero a la octava estrella.
En conversación con el programa “Mi metro cuadrado”, conducido por Carlos Cazsely, el otrora entrenador laico habló sobre la salida del expresidente de la ANFP en 1994 y cómo llegó a sentarse a la banca del club que defendió por años como jugador.
Le contó al “Chino” que, antes de regresar a Universidad de Chile, trabajaba en una imprenta familiar. Todo normal hasta que recibió el llamado de su excompañero Arturo Salah para integrarse al proyecto de la “Nueva U” como ayudante técnico y adiestrador de las series menores, que tenía en sus filas a un joven Marcelo Salas.
Sale Salah, entra Socías
Con dos temporadas exitosas y peleando palmo a palmo con Universidad Católica las primeras fechas del campeonato, Salah decidió renunciar. “Las aguas estaban muy revueltas en Universidad de Chile. Era difícil entenderse con (René) Orozco (…) Se va y les dice a los dirigentes que lo mejor era que me quedara yo”.
Como si fuera un cambio de Fernando Riera a fines de los años 70, Socías reemplazó a Salah. “Me dejaron a mí. Conocía al equipo, a la gente, el proceso, lo que se entrenaba y todo lo que se hacía”, señaló Socías, quien le confesó a Caszely que las cosas no fueron color de rosa.
“Me dejaron a mí. Conocía al equipo, a la gente, el proceso, lo que se entrenaba y todo lo que se hacía”.
“Ni te cuento los primeros partidos”, soltó. Claro, puesto que el “Lulo” cosechó empates y derrotas en sus primeros cuatro cotejos. La situación no se veía bien y el exdelantero confiesa que “de repente estaba en mi casa y decía: ¿Qué hago aquí, en qué lío me metí?”.
A base de confianza y laburo, todo cambió en un encuentro contra Coquimbo Unido. Un tímido 1 a 0 a favor del cuadro “Mágico” fue el envión que necesitó Jorge Socias y sus dirigidos para afirmar la estructura.
Luego de este encuentro, Universidad de Chile no conoció la palabra derrota durante la competición y levantó el añorado trofeo después de 25 años.
