La transferencia de Darío Osorio al Midtjylland de la Superliga de Dinamarca motivó la inmediata reacción de voces referentes al complejo presente de Universidad de Chile en el Campeonato Nacional.
El comentarista Fernando Agustín Tapia señaló que “déjenme decir una cosa: que Azul Azul dejé ir a Darío Osorio a cuatro días de jugar un Superclásico es algo que les pasa a los equipos chicos. A River o a Boca esto no le sucedería… La señal que está dando Universidad de Chile es impresentable, es una vergüenza”.
El periodista de radio y televisión añadió en su crítica exposición que “si Manuel Mayo no está de acuerdo con esto, es el momento de renunciar; si está de acuerdo, es impresentable y tendrá que hacerse responsable. Universidad de Chile se desprende de una de sus más importantes figuras a cuatro días del Superclásico, en un momento delicadísimo… Seis partidos sin ganar y jugando pésimo. Era la oportunidad de revertir este mal momento, con el público a favor en el Santa Laura, de tratar de revertir esta mala campaña. Y para eso debía tener a todos los jugadores a disposición”.
Coke Hevia, por su parte, afirmó que el club debió “haber dicho, te lo vendo, pero te lo mando el lunes. O decirles a los señores del Midtjylland ‘vengan para acá, les hacemos los exámenes médicos acá, jugamos el sábado y se van el domingo’. La dirigencia, el juego, el proyecto club, todo es de equipo diminuto.“
Tapia agregó que entendía que está era una oportunidad económica y futbolística única para Darío Osorio, pero “las operaciones comerciales tienen su momento. Esta es la peor forma de irse de la U, se trataba de un jugador que era el gran chiche de Universidad de Chile, que fue ocupado en campañas publicitarias, un ejemplo de la nueva sangre azul… Todo ha sido feo, muy feo. Es una demostración que la U se transformó en un equipo chico”.
