La discretísima campaña que está cumpliendo Aucas tiene a los hinchas del club ecuatoriano al borde un ataque de nervios. Y la molestia por los malos resultados tiene dos claros destinatarios: el entrenador y el arquero titular del club de Quito.
Los dos, por cierto, son “viejos conocidos” en Universidad de Chile, y para nada bien recordados: el técnico colombiano Santiago Escobar y el argentino nacionalizado ecuatoriano Hernán Galíndez.
La gota que rebasó el vaso fue la goleada que el equipo de Técnico Universitario le propinó de visita al Aucas, ni más ni menos que en su estadio Chillogallo y con más de 4 mil seguidores. El concluyente 4 a 2 (3 a 1 el primer tiempo) no fue más que otro golpe para un club cuyas pretensiones de llegar a una copa internacional se ven cada vez más difíciles.
Al término del encuentro, los cánticos de la hinchada local pidiendo la salida de Escobar no se dejaron esperar, mientras el exentrenador de Universidad de Chile se retiraba en silencio y cabizbajo a los camarines. No solo el estratega colombiano fue objeto de reprobaciones, el meta Hernán Galíndez, pese a un par de meritorias intervenciones, también fue cuestionado. Los hinchas criticaron que el nivel que exhibe en la Selección de Ecuador no es el mismo que el mostrado en Aucas. Numerosos barristas del Aucas corearon el nombre del arquero suplente, el uruguayo Damián Frascarelli.
Con esta derrota, Aucas extendió una crisis futbolística que arrastra del torneo anterior. En aquel certamen había terminado en el quinto lugar, que correspondió a la primera fase del torneo; y ahora, en la segunda, disputadas seis fechas, marcha en el puesto 14 (antepenúltimo), sin poder ganar pues completó cuatro empates y dos derrotas. La sumatoria de ambos torneos lo dejan completamente fuera de cualquier clasificación a la Copa Libertadores o a la Sudamericana.