Un comentario de carácter informal de un personero ligado al directorio de Azul Azul, minutos después de la derrota ante Deportes Copiapó, motivó el rumor periodístico: Gabriel Milito podría ser un candidato a sustituir a Mauricio Pellegrino.
El pensamiento hablado de aquel personero fue escalando hasta que las difundió en uno de sus programas informativos TNT Sports, dándolo como una posibilidad. Opción que, por cierto, no tiene ningún asidero al interior del directorio del club. Por una razón poderosa: aún no se decide qué pasará con Mauricio Pellegrino.
Independiente de la molestia dirigencial por las declaraciones del técnico azul luego de la derrota, en la interna directiva todavía no existe una opinión consolidada con los pasos a seguir respecto del entrenador. Menos hay una determinación adoptada sobre su sucesor o el interino.
La accidentada salida de Milito de Chile
La historia del anterior paso de Gabriel Milito en el fútbol chileno fue atribulada. El entrenador argentino llegó a dirigir O’Higgins de Rancagua a mediados de agosto de 2017. Arribó al Monasterio Celeste con un cuerpo técnico de cuatro ayudantes.
En O´Higgins, su campaña fue menos que regular. Dirigió al equipo en 29 encuentros, ganó 11, perdió 13 y empató 5. Pero fue lejos de la cancha la experiencia que marcó un antes y un después en su paso por la institución de Rancagua, y que finalmente determinó su “escape” de Chile.
El sábado 19 de mayo de 2018, O’Higgins sufrió una paliza de 0-4 ante Unión Calera por el Campeonato Nacional. El equipo de Milito contabilizó así la sexta derrota en el torneo y quedó relegado a la octava posición. Sin embargo, no fue la goleada lo que marcó a fuego a Milito.
Encerrona en carretera
Tres días después, el martes 22 de mayo, después de dirigir la práctica en el Monasterio Caleste, un grupo de barristas emboscó en plena carretera al entrenador. Los individuos, actuando como verdaderos delincuentes comunes, cruzaron con otros vehículos al que conducía Milito para intimidarlo por la campaña y conminarlo a mejorar los resultados.
El entrenador, posteriormente, se reunió con cuatro cabecillas de los aficionados en el Monasterio Celeste, para analizar el momento del equipo. Si bien, los términos del encuentro fueron catalogados como “cordiales”, a Milito la situación de intimidación sufrida en la carretera lo incomodó profundamente.
El técnico argentino dio su versión sobre el incidente. Dijo que era “un hecho que nunca me tocó vivirlo. Estoy sorprendido y por otro lado es poco habitual. Estoy con una sensación de tristeza, la situación no es tan compleja para que haya ocurrido lo que ocurrió”.
Luego de la reunión con el entrenador, un grupo de hinchas emitió una fuerte declaración. “El profesor Milito no tiene la capacidad ni la experiencia para liderar deportivamente a esta institución, contando con las herramientas necesarias para ser un club que este peleando los primeros lugares de la tabla. Debido a esto como Trinchera Celeste exigimos la renuncia o desvinculación inmediata del profesor Gabriel Milito independiente de los próximos resultados, consideramos que la etapa de Gabriel llego a su fin”, publicó en redes sociales la organización Trinchera Celeste, que se adjudicó la acción de intimidación de Milito en la carretera.
Milito decide arrancar
La tensión que generó el incidente de los barristas con Milito se terminó de quebrar el miércoles 20 dejunio, cuando Colchagua, un club de tercera división, dejó fuera de la Copa Chile a O’Higgins.
La eliminación fue la excusa del técnico argentino para sellar su salida del club celeste, aduciendo que los resultados demostraban que el rendimiento no justificaba el esfuerzo que se había hecho su contratación.
Sin embargo, en la interna directiva de O´Higgins, que no intentó convencerlo para que continuara, la razón estaba más que clara: Milito no estaba dispuesto a poner en riesgo la integridad de su familia y la suya por seguir al mando del equipo celeste.
La encerrona que sufrió de aquel grupo de delincuentes vestidos de barristas fue para Milito una señal más que suficiente para sentir que no era el momento ni el lugar para iniciar una aventura en el fútbol nacional. Y así se fue de Chile, con malos resultados y con una experiencia como para no volver a recordar.