Natalia Campos es apasionada en la cancha. La portera ordena, grita y motiva desde la soledad de su posición. Los años de experiencia se sienten cuando sus zapatos pisan el césped. Su mirada transmite bastante seguridad y frialdad, pero su amor por el fútbol y por la U traspasa esa coraza que muchos ven.
Pareciera que nunca tuviese miedo, pero el año pasado lo sintió, y bastante. Sin exagerar, vivió el momento más duro de su carrera futbolística. El 7 de mayo de 2022, en un duelo contra Deportes Antofagasta en el norte, la guardameta salió de su arco para interceptar un pase profundo del equipo local. Sin embargo, la jugadora puma Naomi Chame no detuvo la carrera y golpeó con todo su humanidad a la guardameta azul cuando ya era estéril su intención de buscar el balón.
Las alarmas se encendieron y la preocupación aumentó al ver que la Ñata no reaccionaba en el suelo. El cuerpo médico intervino en la cancha y Campos se levantó, pero no paraba de tocarse la muñeca. En el segundo tiempo apareció con una vistosa venda y continuó el cotejo. “Me duele, me duele”, acusó al salir de la cancha aledaña al estadio Calvo y Bascuñán cuando finalizó el encuentro.
En primera instancia, la U tomó radiografías, una ecografía y le señalaron a Campos que era solo una tendinitis. No obstante, pasaban los partidos y el dolor no aminoraba. En conversación con Soy Azul, la mundialista reconoce que fue un momento complicado ver que su lesión no mejoraba.
“Desde el golpe contra Antofagasta hasta que me diagnosticaron era un dolor insoportable en la mano. Jugaba igual, con muchas pastillas, pero ahí estábamos tratando de amortiguar el dolor”, cuenta la arquera.
Natalia Campos continuó jugando como si nada. En total, disputó seis partidos consecutivos con el Romántico Viajero antes de partir a Copa América y se terminó infiltrando para ir a la competición, dos meses después del choque en el norte.
Cuando volvió al país, el dolor continuaba. Relata que tuvo miedo, porque “no sabía qué estaba pasando en mi mano”. Finalmente, al no tener mayores respuestas, tuvo que arreglárselas por ella misma y se confirmó que no era una simple tendinitis, sino que una lesión en el escafoides de su muñeca izquierda. Esto provocó que entrara a pabellón sin un destino claro sobre si volvería a cuidar los tres tubos de las Leonas.
“Venía con este diagnóstico de que lo más probables es que no iba a poder volver (a jugar), iban a apostar con una cirugía que era muy compleja, que no sabía cómo iba a responder“, recuerda.
Estuvo cerca de un año sin jugar, con mucha angustia y con el corazón destrozado. No solo se perdió la segunda rueda del campeonato, sino que también la Copa Libertadores 2022. “Para mí, durante la Copa Libertadores, fue un tiempo muy oscuro en Hogwarts”, rememora con un poco de risa para apaciguar lo que realmente vivió en ese instante.
“Traté de no ver tanto fútbol, me distraía en otras cosas. Estaba atenta a los resultados y todo, pero no la viví así, fue un momento personal muy duro”, reconoce.
El regreso de la “1”
Finalizó el año sin jugar, pero mentalizada en la recuperación. Admite que fue complicado, pero Universidad de Chile le dio su voto de confianza y le renovó el contrato hasta 2024, una motivación más para una Natalia Campos que no se rendía para regresar y colocarse los guantes.
Toda perseverancia tiene su resultado. Poco a poco empezó a trabajar con sus compañeras y empezó a jugar partidos de entrenamientos en el Centro Deportivo Azul. La primera citación fue en la Fecha 3 frente a Palestino, pero el día D fue el 4 de mayo contra Audax Italiano.
La cancerbero azul se vistió de corto y nuevamente se puso los colores del cuadro que es hincha de toda la vida. Su sonrisa al momento de salir al pasto del Santiago Bueras no necesitaba otra explicación; fueron largos 327 días de espera.
Campos, ya más tranquila y serena, afirma que está viviendo una nueva etapa en su vida. “Todo lo que estoy viviendo desde que volví en adelante es un sueño. Mi lesión casi me deja fuera del fútbol. Casi lo pierdo todo”, recalca la guardavallas.
¿Pensó en el retiro? Canta claro que “no pensé en dejar el fútbol. Hice todo por volver y aquí estoy, muy contenta con los resultados”.
Consultada sobre cómo vivirá esta Copa Libertadores de Colombia, la tercera en su currículum con la U, Natalia declara que “lo voy a disfrutar diferente a otras veces, porque casi se me acababa el fútbol por la lesión de la mano y estar de vuelta es muy emocionante”.
