Mauricio Pellegrino no cambió radicalmente su expresión luego de la trascendental victoria para su continuidad en la banca. Hombre de mil batallas, tampoco quiso centrar sus palabras en lo que le estaba pasando internamente, luego de que se daba por hecho que su salida de la U se concretaría si es que este lunes no ganaba.
“Este es un triunfo que los jugadores lo necesitaban más que nosotros (cuerpo técnico). Estoy más contento por los jugadores que por mí. Ellos son los que salen a la cancha y hacen las cosas más difíciles”, reseñó el entrenador.
Sobre los detalles de la victoria, Pellegrino analizó el partido. “Fuimos de menos a más. Al inicio, Audax manejó el mediocampo con libertad, pero sin crear peligro. Marcelo Díaz tuvo la pelota solo y eso nos complicó. Intentamos que Díaz y Hachen no tuvieran el balón, y que sus delanteros Ríos, Fuentes y Soza, que son fuertes, no recibieran. Pero nuestro equipo estaba bien agrupado, Audax no creó ocasiones de gol, y a partir de la media hora, mejoramos”.
¿Qué pasó que Universidad de Chile pasó a ser el equipo dominante luego de verse atorado por el manejo audino? Pellegrino respondió: “En el segundo tiempo agarramos confianza y nos sentimos mejor. Nos animamos a mover más el balón, a que llegaran más nuestros laterales, que se proyectaran Andía, después Gómez, y Marcelo (Morales), ahí aparecieron nuestros mejores momentos. En ese cambio, más que tener un equipo largo o corto, tuvo mucho que ver la confianza y credibilidad de los jugadores. Fuimos eficaces y pudimos redituar en goles el dominio”.
Revelación de Pellegrino
Junto con agardecer a los más de diez mil hinchas que llegaron al Santa Laura, el entrenador argentino manifestó su satisfacción. “Estamos muy felices por la gente, que nos ha dado empuje antes, durante y después del partidos. Este es un triunfo para la gente que nos ha dado un aliciente importante”.
Cuando se le insistió sobre su sensación personal tras la victoria, Pellegrino reveló que “el triunfo es sobre todo para que los jugadores creyeran en sus capacidades de jugar al fútbol. Era lo que más nos estaba costando”.
Para cerrar el capítulo, repitió lo que ya había dicho en la semana: “Los entrenadores estamos siempre sujetos a los comentarios, a estar en la cornisa, el deporte es así; un detalle, para un lado o para el otro, puede dar el mejor o peor día del año. Estos chicos se han comportado de una manera excelente”.