Por más que Universidad de Chile ocupó todos los recursos que estaban en sus manos para poder jugar el partido con Everton este fin de semana, correspondiente a la vigésimo sexta fecha del Campeonato Nacional, finalmente el encuentro no se pudo realizar.
En el momento en que para la U era esencial retomar parte del nivel futbolístico, que la tuvo en los primeros lugares justo en la mitad del torneo, el cuerpo técnico y el plantel de jugadores de Everton hicieron valer el derecho reglamentario que tenían de no visar el cambio de fecha original y así no jugar el partido.
Recordemos que pese al corte de agua que afectará el sábado a la comuna de Independencia, y por extensión al estadio Santa Laura, Universidad de Chile había logrado la autorización de la seremi de Salud y de la Delegación Presidencial para que el pleito con los viñamarinos se realizará el domingo por la tarde. Sin embargo, a última hora, Everton comunicó que no visaba el cambio de día porque parte del cuerpo técnico y jugadores prefirieron irse de vacaciones a México.
Un registro de nivel mundial
Luego que la ANFP oficializara que, conforme a reglamento, daba curso a la negativa de Everton, el plantel de Universidad de Chile ha tenido que modificar su programa de entrenamientos, ya que recién podrá jugar su próximo partido por la competencia oficial la segunda semana de noviembre, luego de los Juegos Panamericanos, en una fecha que no ha sido confirmada, pero podría ser el lunes 6 de noviembre.
En otras palabras, y aquí es donde Universidad de Chile -y también Everton, por cierto- pasarán al registro mundial de equipos que insertos en plena competencia, sin trastornos de fuerza mayor como cataclismos naturales, pandemias o guerras, disputen apenas 3 partidos oficiales en más de 60 días, con el nefasto promedio de 1 partido cada 20 días.
Por lo demás, si efectivamente se juega el partido con Everton el 6 de noviembre, habrán transcurrido más de dos meses -64 días concretamente- desde que empató con Colo Colo (2 de septiembre), habiendo dos partidos posteriores: derrota 1-3 ante Copiapó (24 septiembre) y victoria de 2-0 frente a Audax Italiano (2 de octubre).
Tratándose de un equipo como Universidad de Chile, que necesita ritmo de competencia y encadenar, a lo menos, un par de triunfos para retomar la confianza y aspirar a algo, resulta muy complejo hacerlo en esta vergüenza internacional que es el torneo chileno, y ese punto, guste o no, hay que concedérselo al cuerpo técnico comandado por Mauricio Pellegrino.
Así nadie puede.