Desde Bogotá, Colombia
Los tiempos en Copa Libertadores son limitados. Universidad de Chile femenino jugó contra Universitario Deportes el jueves y el domingo volverá a salir a la cancha para enfrentar a Olimpia. Las horas de descanso son valiosas, pero Fernanda Pinilla se da un tiempo para conversar con Soy Azul en el hotel de concentración.
Saluda y se sienta en unos de los sillones del hall con una botella de agua en la mano. Su platinado peinado destaca entre tanto huésped. Se ve suelta y sonriente, aunque hay cansancio en el cuerpo de la capitana azul. Disputó los 90 minutos del triunfo de la U sobre el elenco peruano y reconoce que la altura le jugó una mala pasada al equipo.
“Estaba desesperada desde el primer minuto, porque la altura no la había sentido tanto en el entrenamiento y en el partido la sentí muy potente. Eso, en cierta manera, nos desconcentró. Yo me sentí torpe, lenta, me costó agarrar el ritmo del partido”, confiesa.
Reconoce que se desesperó en el partido por no poder dar todo lo que deseaba entregar: “Sabes lo que puedes dar, pero te sientes limitada, empiezas a resguardarte un poco más, moderarte en las pasadas. Quería colaborar más con mis compañeras arriba y no me sentía capaz de volver. Me come la cabeza de que no estoy ayudando a mi equipo a subir”.
La eufórica celebración de Pinilla
A pesar de aquello, Universidad de Chile venció el jueves a Universitario con un polémico gol de María Martínez Vecca. En las imágenes se puede ver a una dudosa Fernanda Pinilla esperando la validación del tanto y, al cobrarse, salió eufórica a celebrarlo. “Veo correr a la línea y lo grité con todo”, recuerda. “No estaba cerca. Vi a Dani (Zamora) levantando los brazos gritando el gol y yo con la duda si va a cobrar o no”, afirma.
“Fue un respiro importante para darnos energía de seguir compitiendo. Antes del gol, Universitario atacó y hubo minutos que no pasamos mitad de cancha. Estábamos desordenadas y nos costó salir”, reflexiona.
El siguiente rival será Olimpia de Paraguay, un rival que, contra todo pronóstico, derrotó por 2 a 1 a Independiente de Santa Fe, uno de los favoritos para clasificar a cuartos de final. La lateral azul no pudo ver el compromiso completo, porque “llegué cansada del partido y lo olvidé. Puse los últimos diez minutos y me sorprendió”. Explica que “Santa Fe es local, es su cancha, su clima. La sensación era que lo ganaría Santa Fe. Conozco algunas jugadoras y marcan la diferencia”.
La capitana pide cambiar el formato
Fernanda Pinilla lleva cuatro Copa Libertadores en el cuerpo y sabe lo agotador del formato instaurado para disputar la competición. Es un torneo en que un equipo juega tres partidos en una semana, dando pocos días para descansos y preparación de los siguientes partidos.
Ante la pregunta de si ya es hora de que Conmebol lo cambie, la científica no duda: “Totalmente, hace mucho tiempo. No solo cambiar la Copa Libertadores, también la Copa América, que te clasifica a todo”.
“Son torneos que, en su esencia, no permiten sacar el máximo rendimiento de los equipos, producto de estar jugando cada dos días. Hay estudios, no me siento calificada de hablar de estudios, pero he leído que, en el tercer partido, la recuperación del jugador de fútbol no alcanza a ser el 70% de su recuperación física y llegas al tercer partido con una merma física muy importante”, profundiza.
Una de las molestias de Pinilla es que, teniendo equipos de primer nivel en una cita continental, no pueden entregar su mejor rendimiento: “En estos torneos hay que estar bien preparado físicamente, pero es un formato que no respeta que esta sea con el máximo nivel de los equipos”.
¿Cómo le gustaría una Copa Libertadores? La capitana manifiesta que le gustaría que fuese por jornadas: “Si fuera por fechas, como la de hombres, sería más amigable y atractiva. Los estadios se llenan viendo finales. Imagina a la gente de la U viendo un partido nuestro en Santiago u otra parte de Chile. Sería muy lindo”.