La contundente derrota de la Selección Nacional en manos del representativo de Venezuela por 3 a 0 tuvo variadas críticas al conductor técnico de Chile, Eduardo Berizzo.
Uno de los cuestionamientos más frecuentes en redes sociales fue por la decisión de hacer jugar a Darío Osorio, luego de la infortunada lesión de Diego Valdés a los 22′, en una posición donde el exjugador de Universidad de Chile no pudo ser el aporte esperado a partir de su talento.
Lejos de potenciar sus enormes atributos, las críticas apuntaron a que el seleccionador lo mandó a trajinar por una zona en la que pocas veces pudo asociarse con claridad o aprovechar la diagonal de derecha a izquierda, el buen remate de media distancia o la opción de un mano a mano.
En la segunda etapa, Osorio pudo asumir una función de ataque más cercana a lo que hizo en la U y está haciendo en el Midtjylland, pero tras la torpe expulsión de Marcelino Núñez, el canterano azul debió prácticamente asumir labores de volante mixto, intentar desahogar y abrirse por el costado derecho por si le llegaba algún balón con ventaja, que jamás le cayó.
Para terminar, la salida que determinó Berizzo de Osorio, reemplazado por William Alarcón a los 81′, con una clara intención de que el bochorno en Maturín no se transformara en humillación, desató otra ola de críticas al seleccionador, no solo por sacar al exazul, sino que por que había otro más que hizo méritos para irse sustituido: Alexis Sánchez, que tuvo un partido infame.
