Un gran presente es el que vive Patricio Rubio en Ñublense. Con 14 goles en su registro, el delantero es el jugador chileno con más anotaciones en el Campeonato Nacional, transformándose en una pieza clave para campaña de los Diablos Rojos de Chillán.
El camino del exatacante de Universidad de Chile ha sido largo y con varias dificultades. No obstante, esto no ha sido impedimento para hacer una destacable carrera en suelo nacional, teniendo la oportunidad de partir también al extranjero.
El peak de su carrera lo vivió en su primera etapa con El Romántico Viajero, donde marcó 29 tantos, fue campeón y partió por una cifra millonaria, 5 millones de dólares, al Querétaro de México.
Sin embargo, tuvo un regreso no muy grato en 2015, a pesar de obtener la Copa Chile y la Supercopa. Los goles no salían y sufrió una difícil situación personal tras perderse un penal en un Superclásico contra Colo-Colo.
Patricio Rubio: “Tuve miedo”
En conversación con el programa Protagonistas de Radio Agricultura, el goleador destacó el apoyo familiar en los momentos más complicados de su carrera y recordó cuando hinchas azules lo fueron a buscar a su departamento por fallar el lanzamiento ante el archirrival.
“Me acuerdo que nos fueron a rayar el departamento cuando me pierdo el penal en el clásico con Colo-Colo. Pasamos momentos difíciles, tuvimos que llegar con la policía. Me fueron a rayar, a esperar para pegarme. Rayaron los muros del departamento y tuve que quedarme dos días afuera, después llegué con policías”, contó en la entrevista.
Mencionó que recibió amenazas y reveló que el conserje lo llamó para advertirle que no debía volver a su hogar: “Me llamó cagado de miedo, casi le pegan a él. Me dice ‘por favor no llegues que está la cagada, te están esperando abajo’. Fui donde mi mamá y llamé a Carabineros. Tuve miedo un par de días”.
Expresó que son instantes que entrega el fútbol, aunque “tenía preocupación por las chiquillas, que podía pasar algo. Estoy grande, me puedo defender, pero igual te da miedo, no sabes cómo van a reaccionar”.
