Preocupación total había en el Municipal de Peñalolén. Jugaban Universidad de Chile y Santiago Morning por la Fecha 9 del Torneo de Clausura 2015 y Fernanda Araya caía en el área rival quejándose de un gran dolor a los 60 minutos de partido. No se podía levantar. La asistencia médica ingresó rápidamente a la cancha, mientras sus compañeras se tomaban la cabeza. La capitana y goleadora de la U se lesionaba de gravedad.
El diagnóstico fue corte de ligamento cruzado y rotura de menisco. Nada auspicioso para la gran líder del camarín y que se alzaba como la referente del equipo. Desde las gradas tuvo que acompañar al Romántico Viajero. Se veía fuerte, pero extrañaba la cancha.
Finalmente, el cuadro estudiantil renunciaba al título en cuartos de final contra Rangers por penales y había que comenzar a planificar el 2016. Se sabía que el Bulla debía levantar la cabeza. La U trajo a Mariana Larroquette y Fernanda Pinilla para potenciar el equipo y terminó siendo campeón del Apertura, eso sí, sin Araya en la cancha.
Un partido especial
En la previa del encuentro contra las albas, Fernanda Araya conversó con Soy Azul para hablar de la semifinal contra el archirrival, un partido con un gusto especial para ella, quien creció y defendió los colores del conjunto mágico desde esos tiempos en que la femenina entrenaba en la noche con focos de luces para ver las canchas del Caracol Azul.
En los últimos diez partidos frente a Colo-Colo, la U ganó seis, pero antes la historia era distinta. El cuadro de Macul tenía el monopolio de jugadoras y dominó el fútbol nacional con figuras como Christiane Endler, Carla Guerrero, Estefanía Banini, Karen Araya, Gloria Villamayor, entre otras. “Colo-Colo tenían las mejores, es como si contrataras a las mejores de cada país”, cuenta Araya, quien le ha marcado seis goles al elenco de Pedrero desde 2011.
¿Cómo eran esos partidos en aquellos años?
“Era difícil. Intentábamos planificar mucho este partido. Muchas veces aguantábamos el resultado y en el segundo tiempo nos aplastaban. En ese momento es difícil como jugadora, pero te enseña a no rendirte. Había una disparidad grande, pero no era por actitud. De a poco se emparejó, porque trajimos jugadoras. Llegó Daniela Zamora y nos fue súper bien. Hacía muchos goles y yo también. Después de muchos años le ganamos 4 a 3 a Colo-Colo. Ahí vimos que no era inalcanzable. Solo había que traer más jugadoras y entrenar más”.
Precisamente, aquel encuentro con las albas en 2014, Fernanda Araya anotó tres goles y Daniela Zamora uno, cortando una histórica racha de Colo-Colo, que llevaba cuatro años sin perder un partido. “Estaban de muerte. Había que traer jugadoras y entrenar más. Colo-Colo entrenaba todos los días, tenía más staff y más acceso a cosas”, rememora la delantera.
¿Cómo eran esos duelos contra Carla Guerrero?
“Nos enfrentamos toda la vida, era mi rival. Sabe cómo juego. Siempre me decía que era la delantera que más le costaba marcar. Transmite todo el partido, así saca a las jugadoras. Me acuerdo una vez que hacen un penal. Íbamos cero a cero y éramos compañeras de selección. Carla Guerrero, Camila Sáez y Carolina Armijo empezaron a decir muchas groserías para que se me fuera el penal. Lo hice y les dije ‘cómo tanto’. Eran buenos. Me gusta la competitividad, aunque no me llegaba tanto el balón, tenía buenas rivales y tenía que hacer maravillas para hacer algo”.
La nueva oportunidad de Araya
Tuvieron que pasar dos años para que la U venciera nuevamente a ese invencible equipo que se adjudicó diez torneos entre 2010 y 2015. El Romántico Viajero y el Cacique se encontraron en las semifinales del Apertura 2016, donde las Leonas sorprendieron a todo el mundo FutFem con una victoria por 2 a 1, que permitió llegar al cotejo definitorio ante Palestino, convirtiéndose, por primera vez, campeón.
Fernanda Araya continuaba en recuperación de la lesión que la sacó de las canchas cerca de un año, por lo que no pudo aportar desde dentro en la obtención de aquel título, pero sí desde fuera.
Hoy, la futbolista, que lleva más de 170 goles con la camiseta de la U, se ve frente a un escenario similar al del 2016. Una nueva semifinal contra Colo-Colo, que se disputará hoy a las 16:30 horas en el estadio Monumental, pero esta vez habilitada para jugar, luego de superar un nuevo corte de ligamento cruzado y una contusión en el fémur.
¿Cómo viviste el título del 2016 sin poder jugar?
“Lo viví muy a full. Como veníamos de una buena campaña anterior, sentía que esta iba a ser la nuestra. Sentía esa complicidad con mis compañeras, siempre ayudándolas en lo emocional y técnico-táctico, pero lo importante era estar presente para ellas. Fue un trabajo metódico y constante el poder acompañarlas desde fuera y con una visión diferente de lo que sentían. Ir al camarín y decirle cosas. Ese campeonato, el hecho de estar afuera, ayudó a tener a alguien que las apoyara”.
Ahora nuevamente una semifinal contra Colo Colo…
“El otro día conversaba con Denisse (Orellana) y me decía ‘esta es una final para nosotras, como el 2016’. Hay que ganarle a Colo Colo y listo, esa es la misión. Vengo años esperando esto con la U. No pude jugar la semifinal de ese año y creo que es algo igual de importante, ahora años después y más madura, con conocimiento más táctico de fútbol y mucha más experiencia en escenarios distintos. No es Quilín, es un estadio. Eso más me motiva, el hecho de transformar ese momento que no tuve y que hoy sí lo puedo tener”.
¿Entonces lo asemejas mucho al 2016?
“Sí. Quedé con las ganas de jugarlo. La vida me puso al frente el mismo escenario, con compañeras diferentes, con entrenadores diferentes, contexto diferente, pero en una versión mejorada de fútbol femenino. Ojalá sumar los máximos minutos posible para tener más posibilidades de hacer un gol”.
Se suma que jugarás en el estadio Monumental, al parecer irá demasiada gente.
“Nunca he jugado en el Monumental. Te seré muy sincera. El año pasado en Santiago Morning, cuando jugamos contra la U y Colo-Colo, había mucha gente, lo único que pensaba era que esta gente vino a alentarme. No entiendo lo que dicen y para mí, me están alentando. Si Colo-Colo llena, que bueno que lo llene, más gente nos alentará según mi cabeza. Esto hace que crezca el fútbol femenino y sea más visible. Después en una eventual final, tengan más interés y se abran los aforos. Habrá pifias, pero para qué ponerme en el escenario de meterme la presión, mejor que esté más lleno. Qué bueno que a la gente de Colo-Colo no le caigamos bien, ellos tampoco me caen bien”.