El futuro de las Leonas es incierto para la próxima temporada. La eliminación en semifinales a manos de Colo-Colo dejó a Universidad de Chile femenino sin título y sin Copa Libertadores para 2024.
Las consecuencias fueron inmediatas. El entrenador Nicolás Bravo presentó este lunes su renuncia, luego de no conseguir los objetivos del año y bajo varias críticas del funcionamiento de juego de la escuadra que dirigía.
Por lo mismo, desde Azul Azul ya trabajan en búsqueda de la persona que tome las riendas del Romántico Viajero y eleve al club nuevamente en lo más alto del Campeonato Nacional femenino para volver a torneos continentales.
Paralelamente, la cúpula administrativa debe empezar a trabajar en las renovaciones para el próximo año, y no son pocas las jugadoras que terminan su situación contractual con la institución.
Un año más de contrato
A inicios de 2023, la U confirmó los primeros contratos a dos años, por lo que hay jugadoras que continuarán en el Centro Deportivo Azul.
Natalia Campos, Gabriela Bórquez, Carla Guerrero, Karen Fuentes, Monserratt González, Bárbara Sánchez, Franchesca Caniguán y Daniela Zamora son los nombres que tienen asegurada su permanencia en el equipo.
La única forma de no continuar es una rescisión de contrato o un préstamo a otro club. Una que cortó su vínculo anticipadamente fue Ana Gutiérrez. La volante, que firmó en enero por dos años, dejó el Centro Deportivo Azul a inicios de noviembre y partió a México por asuntos personales.
Las jugadoras que terminan vínculo
Por otro lado, hay cinco jugadoras que podrán fin a la relación con la U el 31 de diciembre y la subgerencia de fútbol femenino tendrá que tomar una decisión sobre ellas, apurando las tratativas para que otros equipos no intenten arrebatarlas.
Las que más preocupan son Fernanda Pinilla y Rebeca Fernández, dos jugadoras referentes del plantel y que conforman el grupo de capitanas que tenía Nicolás Bravo en el equipo.
La capitana tendría toda la intención de continuar y solo una potente oferta del extranjero la podría alejar del club. En tanto, la paraguaya debe resolver qué hacer con su futuro, puesto que este año se fue a vivir a Santiago dejando su vida en Viña del Mar.
Una que tendría sus maletas armadas sería la defensora guaraní María Martínez Vecca, quien ha estado en la institución desde mediados del 2022. No obstante, aún se espera la confirmación de su partida. Valentina Díaz y Yessenia Huenteo son el resto de futbolistas que se desvinculan a fin de año.
Sin contrato
Donde hay que tener mucho ojo es en las jugadoras que no poseen contrato con la institución y deben resolver qué harán el 2024.
El nombre que podría traer más dolores de cabeza a Universidad de Chile es el de Llanka Groff. La mediocentro se convirtió en una de las grandes figuras azules en la presente temporada, pero no tiene nada que la amarre con el club más que un acuerdo sin firma contractual.
Su buen 2023 tiene a la volante en la órbita de varios equipos de Primera División y la lentitud de su renovación podrían alejarla del CDA.
Otra futbolista que debe saber qué pasará con ella es Fernanda Araya. La goleadora histórica de la U solamente pudo disputar dos encuentros con el cuadro estudiantil tras recuperarse de una lesión que la dejó fuera de las canchas por un año. Si bien la artillera está inscrita desde marzo, su extensa recuperación no permitió negociar un contrato con el club, por lo que está a la espera de un llamado para saber sobre su futuro.
Mariana Morales, Denisse Orellana, Ignacia Durán y Natalia Cayupán también tendrán que resolver su situación con el club en los próximos días.