No muchos recuerdan con cariño a Hernán Galíndez en Universidad de Chile. El portero había llegado directo desde Ecuador para defender el arco del Romántico Viajero, pero terminó yéndose a mitad de temporada para volver a su país y prepararse para la Copa del Mundo de Qatar.
El mismo guardameta reconoció que su salida se debió a una situación familiar que lo preocupó, donde expresó que la mala temporada con los azules en 2022 había significado que encararan a su familia por su rendimiento.
Finalmente, partió del Centro Deportivo Azul para llegar a Aucas y coronarse campeón del fútbol ecuatoriano el año pasado, además de asistir a la cita planetaria con el Tri.
“Abrimos un vino para festejar”
El otrora golero azul conversó con el programa De Fútbol Se Habla Así de D Sports y se refirió a su paso por el cuadro estudiantil y cómo vivió su traspaso a Chile.
“Cuando me llamaron y me hicieron la oferta, abrimos un vino con mi esposa para festejar. Sin duda era un paso muy importante en mi carrera, ir a jugar a Chile, en un club tan grande como la U”, contó el cancerbero.
Reflexionando sobre su estadía en la capital, Galíndez expresó que “hoy lo pienso y me fui a vivir a Chicureo. Son detalles que quizás la gente no lo entienda, pero el hecho de estar alejado a la ciudad, no conocer a nadie, estar todo el día mi esposa encerrada, estar lejos de Santiago. Son cosas que hoy tomaría otra decisión”.
“Viviría en Las Condes, porque no pude conocer la ciudad del todo. Mi esposa no pude hacerse amigas y eso no es fácil. Hay cosas más chicas y más grandes”, complementó.
Para cerrar dejó un mensaje claro: “La decisión de ir a la U, si vuelvo el tiempo atrás, la volvería a tomar, sin duda”.