Finalmente salió humo azul desde el CDA. Después de muchas conversaciones, propuestas no aceptadas y hasta de jugadores dentro de la transacción, Universidad de Chile logró cerrar a Gustavo Álvarez como nuevo entrenador del club.
Esta teleserie fue más larga que Verdades Ocultas, pero quizás con más drama y expectación. Huachipato solicitaba US$ 800 mil para que el entrenador dejara la banca de los acereros. Ni más ni menos, era la cláusula completa o nada, por lo menos eso afirmó anoche Victoriano Cerda, presidente del conjunto de Talcahuano.
“Dentro de su contrato se estipula una cláusula de salida y, en caso de que Gustavo o alguien la ejerza, la vamos a cumplir y respetar“, dijo en D-Sports.
Confirmada la llegada de Álvarez
Después de todo, el adiestrador argentino se pondrá el buzo con la U roja en el pecho, luego que la dirigencia siderúrgica llegara a completo acuerdo con Azul Azul para el arribo del estratega.
Si bien se planteó que el Romántico Viajero podría entregar jugadores como parte de pago, donde aparecía Ignacio Tapia como una de las opciones, finalmente la regencia acerera declinó la opción.
Eso sí no se saben los montos exactos de la transacción. Según informó el periodista Francisco Caneo de Radio Cooperativa, se arregló un pago inicial de US$ 200 mil y el resto vendría por parte de bonos y variables.
Además, En Cancha señaló que la U depositará una indemnización que será “menos de la mitad de lo estipulado en la cláusula que tenía el DT en su contrato, la que estaba fijada en 800 mil dólares“.