Varias acusaciones contra las autoridades políticas y policiales dejó una publicación de Universidad de Chile, donde se habló de actos “discriminatorios” contra los hinchas azules por la reducción de aforo a pesar de cumplir con todas las medidas solicitadas para efectuar el cotejo frente a Audax Italiano.
Después de la suspensión del cotejo ante Cobresal, la dirigencia estudiantil comenzó un arduo trabajo para contentar a la Delegación Presidencial, Estadio Seguro y Carabineros con un plan de seguridad que permitiera 43 mil almas en el Estadio Nacional, que incluye la obligatoriedad del Registro Nacional de Hinchas.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, se determinó que la U jugará con 32 mil espectadores en las gradas. “La Delegación Presidencial nos autorizó salir a canje y venta para el partido de este sábado ante Audax Italiano, con un aforo de solo 32.000 personas, a recomendación de Estadio Seguro y Carabineros por informes que no conocemos“, afirmó la concesionaria por redes sociales.
Las medidas que molestaron en la U
Según consigna El Deportivo de La Tercera, el presidente Michael Clark y compañía se reunió con autoridades gubernamentales y deportivas para coordinar las condiciones que tendría el club para el correcto desarrollo del partido ante el cuadro de colonia.
La primera que se aceptó fue el cambio de horario del partido tras la solicitud de adelantarlo para la tarde del día sábado. Luego de la aprobación de la ANFP, el encuentro pasó de las 20:30 horas a las 18:00 horas, con motivo de desplegar mayor contingente policial y haya más locomoción para el público asistente.
Algunas de las propuestas de los directivos laicos fue mantener la dotación de 470 guardias privados y abrir las puertas tres horas antes, lo que tendría un costo de 150 millones de pesos invertidos. “La U dispondrá de un guardia cada 70 personas, cuando lo habitual es que sea cada 100 individuos”, señaló el medio.
Todo esto se hizo para que la Delegación Presidencial Metropolitana aprobara los 43 mil hinchas solicitados por Universidad de Chile en las gradas, aceptando que todos ingresaran con el Registro Nacional de Hinchas para asegurar la identificación de cada individuo. A pesar de aquello, el ente gubernamental solo aceptó 32 mil.
Con esto, el club ya estaba mosqueado con la situación. A todo lo anterior se sumó la reiterada apertura y clausura del acceso de fanáticos por Guillermo Mann, que, según el diario, desató la ira de los azules por la improvisación de la autoridad en materia de gestión. La idea de la U siempre ha sido tener tres puertas habilitadas, pero se pidió, y aceptó, abrir la cuarta aunque eso significa cerrar la calle y más contingente policial.
Como sea, estas serán las condiciones para que la U pueda, de una vez por todas, debutar en el Campeonato Nacional. Aun así, la institución está a la espera que la Delegación Presidencial dé el visto bueno definitivo para que se lleva a cabo el esperado encuentro.
