Un duro encuentro tuvo Universidad de Chile frente a Cobresal. Los dirigidos de Gustavo Huerta complicaron más de la cuenta al cuadro estudiantil y se llevó un positivo empate a la Región de Atacama al igualar a dos goles en el Estadio Nacional.
Aunque la U se puso en ventaja en dos ocasiones, los mineros supieron hacerles daño con la rapidez de sus delanteros y los errores defensivos.
César Munder, quien anotó los tantos de la visita, fue un lío para el Romántico Viajero. Es más, su velocidad generó bastante peligro en el área custodiada por Gabriel Castellón, que veía cómo el formado en Universidad Católica dificultaba las labores de la zaga.
Al iniciar el segundo tiempo, Gustavo Álvarez ordenó sus piezas y sorprendió a todos al decidir colocar a Ignacio Tapia en la retaguardia por Franco Calderón, jugador que se había ganado una amarilla en la entrada del área tras un error de Emmanuel Ojeda al final del primer tiempo.
Las razones de Gustavo Álvarez
El mismo entrenador argentino contó las razones de este cambio. Consultado si fue una decisión técnica o por problemas físicos del ex Unión Santa Fe, el DT explicó que su propuesta ofensiva le hacía tomar riesgos que perjudicarían la labor del central en el segundo tiempo.
“Cuando digo que defender en grandes espacios con gente rápida, como la de Cobresal, es un riesgo, lo asumo. Me parece que en la apuesta ofensiva-defensiva, buscar los partidos desde el protagonismo es lo que siento”, comenzó diciendo el estratega trasandino.
Por lo mismo, indicó que “tener un jugador amonestado con gente tan rápida puede condicionar jugar con diez y ese sería un problema mayor todavía. Entonces, por eso decidí que Franco no salga a jugar el segundo tiempo”.
Esta no es la primera vez que Álvarez hace esta modificación, ya que contra Deportes Copiapó tomó la misma decisión de sacar al Chaco por el ingreso de Tapia durante el entretiempo por tener a Calderón amonestado.