La buena campaña que ha tenido Universidad de Chile en el inicio del Campeonato Nacional ha hecho que el técnico Gustavo Álvarez repita su esquema en los últimos partidos, logrando sacar buenos resultados que lo mantienen peleando en la parte alta de la tabla.
El Romántico Viajero se quiso reforzar este año en las posiciones que tenían más débiles y trajeron 7 nuevos fichajes para aportar al plantel del argentino, entre ellos están: Gabriel Castellón, Franco Calderón, Fabián Hormazábal, Marcelo Díaz, Matías Sepúlveda, Maximiliano Guerrero y Luciano Pons.
Si vamos a la formación titular, solo dos jugadores no han logrado ganarse un puesto: Matías Sepúlveda y Luciano Pons, siendo este último el que más llama la atención al ser un jugador pedido por el propio Álvarez para ser el “9” del ataque azul.
Poca confianza en Pons
En primera instancia, el ex Independiente de Medellín parecía ser el centrodelantero estelar del cuadro estudiantil, pero su expulsión en el choque contra Audax Italiano perjudicó ese estatus, siendo relegado por Cristián Palacios, quien ingresó para darle la victoria a la U sobre el elenco de colonia.
Este hecho damnificó a Lucho, puesto que el Chorri no perdió su oportunidad y marcó al partido siguiente frente a Deportes Copiapó, mientras el argentino veía desde Santiago el triunfo universitario.
Esto dejó sin opciones al rosarino dentro del once inicial, teniendo como consecuencia ser relegado al banco de suplentes y sumar pocos minutos en el campo. Al delantero lo trajeron como goleador y hasta la fecha solo ha disputado 98 minutos en cuatro partidos.
Al terminar su castigo, volvió para el Superclásico contra Colo-Colo en el Monumental, donde actuó 36 minutos, pero sin ser relevante en el juego. Si bien entró a la convocatoria contra O’Higgins, Álvarez optó por Nicolás Guerra como cambio ofensivo y se quedó mirando todo en el banquillo.
En el pleito de anoche ante Cobresal, Pons ingresó en los últimos cuatro minutos de la brega sin poder demostrar más que un desviado remate que pasó lejos del poste.
Ahora dependerá del mismo Gustavo Álvarez el rol que le desee entregarle al ex Banfield, quien sabe que deberá remarla desde atrás para volver a convencer al técnico.