Durante la mañana del lunes, Nilson Concha se despidió de sus dirigidas en el Centro Deportivo Azul, luego de presentar su renuncia como entrenador de Universidad de Chile femenino.
El punto catalizador fue la derrota por 2 a 0 frente a Colo-Colo en el Superclásico disputado en el Estadio Monumental. Sin embargo, los problemas vienen de antes. La caída en Macul y los dichos de Carla Guerrero postpartido fueron los últimos clavos de un cajón que estaba por cerrarse.
Cuerpo técnico, actitudes e inexperiencia
A inicios de año, Nilson Concha fue escogido de una terna de entrenadores nacionales para asumir como técnico del Romántico Viajero. No obstante, había una condición: Tenía que llegar con un staff ya conformado, el cual venía del proceso anterior con Nicolás Bravo.
Este hecho hizo que el oriundo de la Región del Biobío se tuviera que adaptar a un equipo de trabajo. Según pudo averiguar Soy Azul, el CT intentó seguir los pasos de Concha, pero nunca se logró una química. Varios ojos que pasaban por los pasillos del Centro Deportivo Azul se percataban de la poca cohesión, especialmente por las constantes discrepancias que existían.
Eso no fue lo único, ya que varias voces susurran que había una serie de actitudes que no gustaban del entrenador en el CDA, cosa que generó varios anticuerpos en las instalaciones, destacando aspectos de soberbia y exceso de ego.
Otro hecho gravitante fue su poca experiencia. Si bien tuvo un positivo paso por Universidad de Concepción, no dirigía hace dos años y esta oportunidad le llegó como anillo al dedo. “No sé si era mi siguiente paso, me ahorré un par de años de carrera, no te miento“, dijo en entrevista con Soy Azul a inicios de febrero.
Credibilidad frente a sus dirigidas
Cuando Nilson Concha llegó a Universidad de Chile, siempre habló de que tenía un “plantel con jugadoras top”. Aun cuando su idea era instalar un sello, nunca consiguió persuadir a las jugadoras con su discurso y escaso liderazgo. Desde el CDA señalan que no logró credibilidad frente al plantel, ya sea por conceptos futbolísticos, decisiones o actitudes.
Por lo mismo, los dichos de Carla Guerrero van de la mano con una opinión que era pensada por varias compañeras, aunque después tuviese que salir a aclarar sus dichos. “Siento que a veces necesitamos más herramientas de Nilson. Estos partidos se juegan distinto, es una semana distinta. Creo que ahí fallaron un poquito ellos”, sostuvo la Jefa tras el Superclásico.
Esto fue un golpe duro para el entrenador, quien ya a esta altura venía aguantando una serie de críticas de los hinchas por el poco vistoso juego de las Leonas.
Pese a ser punteras del campeonato, cayeron en dos oportunidades con el único rival directo que le podría hacer peso por el título, recordando que los ocho mejores equipos de la tabla de posiciones pasan a playoffs.
De las pocas aliadas que tenía dentro del vestuario estaba Constanza Santander, quien fue la jugadora más afectadas con su salida. La central de 20 años conoce a Nilson hace años, puesto que lo tuvo desde muy pequeña en el Campanil. Ella era una de las pocas dirigidas con las que hablaba después de cada partido, quedándose varios minutos en la cancha.
Poco respaldo a su trabajo
En la última visita de Universidad de Chile a Coquimbo, donde empató a dos goles con la escuadra local, se le consultó a Nilson Concha sobre la opción de refuerzos. “El club está trabajando en eso“, fue la escueta respuesta.
Sin embargo, el penquista solo se iba en buenas palabras, ya que tenía claro que la Subgerencia del fútbol femenino, encabezada por Pablo Galaz, no haría mayor esfuerzo para potenciar al plantel. La vicepresidenta Cecilia Pérez lo había comunicado semanas antes públicamente y en los pasillos del CDA se sabía que no era prioridad incorporar más jugadoras este año, en especial al no jugar un torneo internacional.
Esto generó una falta de respaldo hacia el solitario entrenador, que perdía la opción de sumar herramientas a su trabajo, que ya se veía mermado por las otras situaciones antes expuestas.
El liderato de la U era engañoso sabiendo que las Leonas no mostraban un fútbol pulcro con la calidad de jugadoras que tenía. Para la subgerencia no era alternativa un despido, pues no había intención de cortar el proceso y también por las implicaciones económicas que podía existir, ya que no se aventurarían a gastar más dinero en una indemnización.
Por ello, la renuncia de Nilson Concha, argumentando razones personales, le vino como anillo al dedo a Azul Azul y Pablo Galaz. Eso sí, esto significará buscar un nuevo entrenador en un plazo de diez días antes de retomar el torneo chileno, que se reanudará el fin de semana del 20 y 21 de julio.
Con muchas culpas en el cuerpo y todo en contra, sumado a la dura caída frente a las Albas donde su equipo no supo jugarle a un Colo-Colo que ganó más por errores rivales que por virtudes propias, Nilson Concha expuso la necesidad de salir.
