La salida de Jaime García de la banca técnica de Ñublense de Chillán ha tenido diversas consecuencias. El técnico que llevó al equipo a su máxima expresión histórica al clasificar para la Copa Libertadores 2023, se fue sorpresivamente luego de la victoria de este fin de semana frente a Everton.
Una de las razones que habría desencadenado la salida de García, según filtraron versiones de medios de redes sociales de medios chillanejos, fueron las profundas diferencias en la interna del camarín de Ñublense, conflictos que no pudieron ser resueltos por el entrenador y que lo habría distanciado del grupo de jugadores a su mando.
Estas tensiones intestinas en el vestuario de Ñublense habrían tenido su peak en una pelea que, según la versión del programa Dimensión Deportiva, sostuvieron los dos exjugadores de la U Lorenzo Reyes y Pablo Aránguiz tras una práctica. Este hecho habría generado la decisión de García, quien en todo caso hacía largos meses que venía adelantando que su ciclo estaba llegando al final en el club chillanejo.
El exazul desmiente todo
Pero a quien molestó sobremanera este tema fue al propio Lorenzo Reyes, quien salió a aclarar a través de sus redes sociales la versión del medio de prensa, desmintiendo la versión de que él se había peleado con Aránguiz, y mucho menos que su relación con Jaime García no era buena y que habría rendido bajo su nivel para perjudicar al técnico.
“¿Hacerle la cama es tener que pincharme casi todo este año porque tenía pubalgia? ¿Hacerle la cama es pincharme la rodilla en los últimos partidos para no sentir dolor y cuando se me acababa el efecto estar dos días con más dolor aún? ¿Hacerle la cama es jugar desgarrado? ¿Hacerle la cama es defenderlo siempre, con cualquier persona? (…) Me da tristeza que todo el cariño y respeto que me he ganado en la cancha con la gente de Ñublense se puede llegar a perder por un tonto que saca una noticia totalmente falsa”, escribió el exmediocampista de la U.
Reyes añadió que “el profe Jaime me dio su confianza para alcanzar un buen nivel durante estos años. Por eso estoy y siempre estaré agradecido de ellos y del club en general que me abrió sus puertas”.
Finalmente, el exjugador de la U precisó que “el problema de cancha no fue con Pablo Aránguiz, fue con Manu Rivera, y fue una situación que quedó ahí, algo que pasa en los entrenamientos cuando todos quieren ganar (…) Ñublense está por encima de cualquier persona y por eso tenemos que seguir trabajando para salir adelante”.
