La discutible decisión de la ANFP de estirar el Campeonato Nacional para acomodar el calendario a las obligaciones contractuales con TNT Sports, a los intereses financieros de los clubes, a las fechas FIFA y a los Juegos Panamericanos, han desnaturalizado el último trimestre del año en términos de competencia seria.
El plantel del primer equipo Universidad de Chile, que después del amistoso con Santiago Morning volverá a entrenar el martes 19, enfrentará un calendario de partidos donde la continuidad de ritmo de competencia es muy difícil de conseguir.
La U volverá a jugar un cotejo por el torneo el domingo 24 de septiembre, ante Deportes Copiapó en el norte. Lo hará después de más de tres semanas (22 días) de haber jugado su anterior pleito, el empate a un gol frente a Colo Colo.
La proyección de fechas programadas desde el domingo 24 al 10 de diciembre es vergonzosa: los últimos siete partidos del Campeonato Nacional fijados por la ANFP, el elenco de Mauricio Pellegrino los disputará en 77 días, es decir, dos meses y medio.
Más de un mes sin jugar
A partir del próximo fin de semana, la U tendrá tres consecutivas de partidos en los que definirá en una buena parte su camino a la clasificación a una copa internacional. Después de la visita a Copiapó, la U disputará dos encuentros de local: lunes 2 de octubre ante Audax y sábado 7 de octubre frente a Everton.
Pero después del cotejo frente a los viñamarinos, la U deberá esperar que pasen la fecha FIFA (12 y 17 de octubre, casi seguramente) y los Juegos Panamericanos (20 octubre al 5 noviembre), para volver a tener una confrontación oficial. Será el pleito en calidad de visita, programado para el 12 de noviembre contra Universidad Católica.
Inmediatamente después del clásico universitario, habrá que asumir otra suspensión, debido a la fecha FIFA de noviembre (17 y 21 de noviembre), para retormar el certamen con tres fechas en fines de semana consecutivos: 25/26 noviembre (de locales ante Coquimbo), 2/3 diciembre (de visita frente a Cobresal) y 9/10 diciembre (de locales contra Ñublense).
Un calendario de locura e inadmisible para un torneo de fútbol profesional que se precie de tal y que ha tenido esta temporada una cantidad de suspensiones que conspiran para cualquier pretensión de alto nivel competitivo.