El lateral Azul comenta que su objetivo es ir por los dos títulos que disputa el equipo este año y que su gran sueño con la camiseta del León es “ganar la Libertadores”.
Camino a cumplir cien partidos con la camiseta de Universidad de Chile (hoy jugará el número 95), Roberto Cereceda se apasiona cuando habla sobre los Azules. Con más de dos años vistiendo esta camiseta y atravesando un buen momento personal, el “Eléctrico” se muestra entusiasmado con lo que viene para el equipo.
A sus 29 años, el lateral izquierdo de la U analiza su presente, pero también se da un tiempo para hablar de lo que ha sido su carrera, de las decisiones que marcaron su actualidad, el relevante apoyo de su familia, que lo hizo ir “por el buen camino” y sus sueños como persona y jugador. Esta vez, sin la velocidad que muestra en la cancha, esperando y meditando cada respuesta, Cereceda habla con “Soy Azul”.
¿En qué estaría Roberto Cereceda si no hubiese llegado a ser futbolista profesional?
“Es difícil saberlo, pero seguramente me hubiera ido por el lado de los negocios. Mi ‘viejo’ tiene una inmobiliaria y camiones. No me gusta estar quieto, por lo que no me veo en una oficina encerrado. Seguramente hubiera seguido el lado bueno, porque también es cierto que a los 18 años uno siente que es dueño del mundo y yo tenía amigos que hacían cosas que no eran de las mejores. Gracias a Dios, seguí el buen camino”.
¿Cuán importante fue tu familia para tomar este buen camino del que hablas?
“Mucho. Yo tengo un padre que siempre se metió mucho en todo, y si bien, eso no me gustaba, ahora lo agradezco mucho, porque si no hubiera sido así, quizás no estaría donde estoy. Muchas veces él se enteraba que estaba jugando un baby fútbol en el barrio y llegaba a sacarme casi a patadas, porque sabía que estaba en juego mi futuro y que no me podía lesionar”.
Imagino que hoy el papá es puro orgullo…
“Totalmente, pero yo también estoy muy orgulloso de él y de mi mamá. Yo tenía once años cuando iba a la escuela de fútbol de Malloco, viviendo en Cerro Navia. Era mi madre la que estaba conmigo, viajando cuatro horas, tres veces a la semana. Todo esto que tengo es, en gran parte, gracias a ellos”.
¿Cuál es el mejor consejo que te dieron?
“Recuerdo que muchas veces quise dejar el fútbol, pero ahí estaban mis padres para decirme que debía ser perseverante y esforzarme; pasar las cosas malas, porque esas son las que te hacen madurar y aprender”.
Ciertamente hubo momentos difíciles en tu carrera, pero también muchos buenos ¿cuál es el mejor recuerdo que tienes dentro de una cancha de fútbol?
“Siempre lo recuerdo. Fue la primera Copa Libertadores que jugué con Audax Italiano. Ganamos 3-1 a Alianza Lima en Perú y pude anotar un gol”.
¿Y qué recuerdas de tu debut en el profesionalismo?
“Fue ante Universidad de Concepción por Audax Italiano, en el sur, el año 2003. Estaba muy nervioso, con ansiedad de querer hacer las cosas bien. Me acuerdo de ese partido como si lo estuviera viviendo ahora”.
Un grato presente Azul
Hablemos de tu presente en la U, ¿qué balance haces de este paso en el Club?
“Ha sido un paso muy bueno. A mí me encanta este Club y lo he dicho desde que llegué, no es el típico discurso del jugador que tiene del equipo contrario y dice que es hincha desde niño; sería muy mentiroso. La U es en Club que me ha ido encantando cada día más y en eso no miento. Desde que llegué, todo te va envolviendo: la infraestructura, los compañeros y la gente que lleva la U a todas partes. Eso hace que uno se vaya volviendo cada vez más hincha de este equipo”.
Y queda la impresión que la gente también te hace sentir cada vez más en casa…
“Eso es lo bueno de la gente de la U. Cuando ven que tú mojas la camiseta y te sacrificas por el equipo, lo reconocen y no les importa si jugaste en otros clubes.Yo creo que ese es el motivo por el que me he ido ganando un respeto y no se hable tanto de mi pasado”.
¿Crees que tu entrega ha sido la clave para empezar a ganarte al hincha?
“De todas maneras. Además, aquí juega una parte muy importante la cabeza del jugador, porque también hubo momentos complicados, en los que no tuve grandes actuaciones y las cosas no salían, ahí habían más pifias que aplausos. Si eres débil de arriba y no te sobrepones al momento, pasas al olvido. Gracias a Dios, siempre tuve fe en que todo iba a salir bien”.
Entre la Copa y el Clausura
Hablemos del presente del equipo, ¿qué crees que falta para conseguir mayor regularidad?
“Yo creo que falta que la gran mayoría de los que estamos jugando seamos los que vayamos agarrando esa regularidad, ojalá, por el mayor tiempo posible. Ha pasado que, a veces, son tres o cuatro los jugadores que la han tenido, pero tenemos que lograr que seamos ocho o nueve, para poder ir consiguiendo cosas”.
¿Crees que la posibilidad de cerrar la clasificación en Copa Libertadores se definirá en los dos partidos que vienen en casa?
“Ganando, tenemos muchas chances de pasar. Creo que ganando a Garcilaso, después tendríamos que también ganar a Cruzeiro y ahí sí daríamos un gran paso para llegar a la siguiente ronda. Serán partidos clave”.
En el corto plazo vienen los clásicos ante la UC y Colo-Colo por el Clausura, ¿cómo hay que enfrentar esos partidos?
“Tenemos que ganarlos, porque queremos seguir peleando. Obviamente, los clásicos son partidos aparte, que la gente los quiere ganar, igual que nosotros, ya que podríamos bajar a esos dos equipos y vamos a hacer todo lo posible por hacerlo, porque como jugadores e hinchas no queremos que ellos sean campeones”.
¿Cuál es tu gran sueño por cumplir en el fútbol?
“El que siempre tuve es jugar en el extranjero, pero en la medida que pasan los años, ya no es una gran prioridad. Hoy, sólo pienso en formar bien mi familia, criar bien a mi hija y darle tiempo a ella, porque hay muchos momentos que me he perdido”.
¿Qué es lo que más te gustaría conseguir con la camiseta de Universidad de Chile?
“Ganar la Copa Libertadores y hacer historia en este Club”.
¿Qué mensaje le darías a los hinchas de la U?
“Que nos apoyen siempre, porque nosotros notamos cuando la gente está a full y eso se refleja cuando entramos a la cancha. Estamos agradecidos de ellos, así que les pedimos que nos alienten en las buenas y en las malas, para ayudarnos a lograr el rendimiento que necesitamos”.
